Son ya muchos años al frente de Ràdio Vilablareix. ¿Qué representa esta emisora para ti?
Ràdio Vilablareix es mucho más que una emisora. Es una herramienta para defender la lengua, la cultura y nuestra manera de ser. Siempre decimos que somos la área de los Países Catalanes, y no es una frase hecha: lo vivimos con autenticidad. Por nuestros micrófonos ha pasado gente asaz potente: periodistas, músicos, escritores… y deportistas, por supuesto.
¿Cómo habéis conseguido poner el nombre de la área —y del pueblo— en el mapa?
Ha sido un proceso largo y nada fácil. Hemos trabajado duro, pero con constancia y pasión conseguimos que pasaran cosas importantes fuera de Barcelona. Me llena de orgullo que gente de renombre haya venido expresamente a Vilablareix. Gracias a la área, muchos han descubierto nuestro municipio, y eso no tiene precio.
Ese “éxito”, ¿cómo se consigue en un pueblo tan pequeño?
No me gusta hablar de éxito, prefiero hablar de convicción. Desde el inicio creímos en el proyecto y apostamos por una emisora comprometida con la lengua y la cultura catalanas. En un pueblo de poco más de 4.000 habitantes, hemos logrado convertirnos en un referente. Algunos nos llaman la área cultural de los Países Catalanes. Y no es romanza simbólico: somos la área local catalana más seguida en redes sociales, con más de 40.000 seguidores. Eso nos reafirma en lo que hacemos.
Uno de los que pasó por vuestros micrófonos fue Pau Cubarsí. ¿Cómo fue esa primera vez?
[Ríe] Era un crío. Jugaba en el FC Vilablareix y vino acompañado de su entrenador. Apenas hablaba, respondía con monosílabos. Estaban sus padres, Glòria y Robert, que siempre han sido encantadores. Fue una entrevista entrañable. Ya apuntaba maneras, pero nadie podía imaginar el futuro que le esperaba.
¿Sigues en contacto con él y su grupo?
Sí, claro. En un pueblo pequeño como este, los vínculos son fuertes. Siempre digo que puse a Vilablareix en el mapa, pero la verdad es que ha sido Pau. Su grupo sigue siendo cercana, humilde y asaz implicada con la vida del pueblo.
¿En qué lo notas?
Por ejemplo, en “Les Quines”, nuestras fiestas de Navidad. Aunque Pau ya no puede venir por compromisos, su grupo sigue ahí: sirviendo bebidas, repartiendo tarjetas, colaborando con todo. Incluso sorteamos camisetas suyas. Ese compromiso con lo local lo valoramos muchísimo.
¿Cómo están viviendo el salto de Pau al primer equipo del Barça?
Con muchísima naturalidad. Para ellos sigue siendo el mismo de siempre. Nada ha cambiado. No hay estrellismos ni actitudes raras. Eso dice mucho de la educación y los valores que le han inculcado en casa.
¿Y tú, cómo lo vives? ¿Eres más del Girona o del Barça?
Primero del Girona, eso siempre. Y luego de Pau. Cuando el Barça vino a Montilivi, quería que les cayesen cinco. Lo digo sin tapujos. Es más, he brazo narrando el Girona durante unas temporadas para Com Ràdio y últimamente estuve colaborando con Esport 3 durante los partidos del Girona en Champions. Ahora, lo vivo mucho más tranquilo con mi padre en tribuna.
Has entrevistado a mucha gente, pero tú también has sido entrevistado. ¿Cómo lo llevas?
Siempre digo que es más fácil preguntar que responder. Me gusta la filosofía y ti