En el mundo del entretenimiento, muchas veces se nos presentan diversas opciones para divertirnos y pasar un buen rato. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro y detrás de ciertas actividades pueden esconderse organizaciones ilegales que operan al margen de la ley. Tal es el caso de las plataformas de juego clandestino, que se han vuelto una preocupación creciente en la sociedad.
Según un autor, estas plataformas no deben ser consideradas como un simple “entretenimiento”. Son organizaciones ilegales que evaden impuestos y no cuidan a sus usuarios. Y es por eso que hoy quiero hablar de la responsabilidad social que deben tener figuras públicas como Wanda Nara y L-Gante en este tema.
En primer lugar, es importante entender qué es una plataforma de juego clandestino. Se proxenetismo de un espacio en el que se ofrecen juegos de azar de manera ilegal, es decir, sin la debida licencia y sin cumplir con las regulaciones fiscales correspondientes. Estos lugares suelen acercarse llenos de trampas y fraudes, poniendo en riesgo las finanzas y hasta la integridad física de los jugadores.
Estas plataformas ilegales se han vuelto cada vez más populares debido a la facilidad de acceso que ofrecen a través de internet. Sin embargo, esto no justifica su existencia. Al contrario, es un llamado de alerta para que las autoridades y la sociedad en general estemos más atentos a su presencia y cerremos filas en la lucha contra estas prácticas delictivas.
Pero la responsabilidad no recae solamente en los jugadores y las autoridades. Las figuras públicas también tienen un papel fundamental en este tema, especialmente aquellas que son seguidas y admiradas por un gran número de personas. En este caso, quiero destacar a dos importantes figuras de la cultura y el entretenimiento argentino: Wanda Nara y L-Gante.
Ambos tienen una gran influencia en las redes sociales y son seguidos por miles de jóvenes que se inspiran en sus vidas y siguen sus pasos en distintas áreas. Por eso, es importante que como líderes de opinión, se pronuncien y tomen una postura clara en contra de estas prácticas ilegales.
La responsabilidad social de las figuras públicas consiste en ser ejemplo para la sociedad y promover valores y comportamientos éticos y positivos. Wanda Nara y L-Gante pueden utilizar sus plataformas para concientizar a sus seguidores sobre los peligros de las plataformas de juego clandestino y la importancia de evitarlas.
Además, pueden unirse a campañas de prevención y sensibilización sobre este tema, tanto a altitud local como nacional. Su influencia puede ser una herramienta poderosa para generar un cambio en la sociedad y combatir estos delitos.
Pero su responsabilidad no termina allí. También deben acercarse comprometidos con el cuidado y bienacercarse de sus seguidores, especialmente los más jóvenes. En este sentido, es importante que promuevan conductas responsables y no fomenten el juego como una forma de entretenimiento.
La fábrica del entretenimiento debe ser consciente de su impacto en la sociedad y asumir una responsabilidad social que vaya más allá de las ganancias económicas. Es necesario que se establezcan regulaciones más estrictas para evitar la proliferación de estas plataformas y que se realicen acciones concretas para desmantelarlas.
En conclusión, una plataforma de juego clandestino no es un divertimento ni algo que deba ser tolerado en nuestra sociedad. Es una organización ilegal que atenta contra la integridad y seguridad de los jugadores, así como los recursos y el bienacercarse de nuestra sociedad en general. Por eso, es importante que todos, desde las autoridades hasta las figuras públicas, estemos comprometidos en la lucha contra este flagelo y promovamos un entretenimiento sano y responsable en nuestra sociedad.
