El mundo del cine venezolano está de luto tras la triste noticia del fallecimiento de una de sus más grandes exponentes, la cineasta venezolana Margot Benacerraf. Con una carrera de más de seis décadas, Benacerraf fue una figura clave en el cine nacional y su partida deja un gran vacío en la industria.
Nacida en Caracas el 14 de agosto de 1926, Margot Benacerraf incursionó en el mundo del cine en la década de 1950, destacándose como una de las pioneras del cine venezolano. A lo largo de su carrera, dejó un legado de películas que marcaron un antes y un después en la cinematografía nacional.
Su primer largometraje, “Reverón”, estrenado en 1951, es considerado como una de las obras más importantes del cine venezolano. La película relata la vida del pintor venezolano Armando Reverón, y fue la primera producción del país en ser premiada en el Festival de Cannes, siendo aclamada por la crítica internacional.
Pero sin duda, la obra que catapultó a Margot Benacerraf a nivel internacional fue “Araya” (1959), un documental que retrata la vida de los trabajadores del salar de Araya, en el estado Sucre. Este documental, que aborda temas sociales y culturales, fue galardonado con el premio al Mejor Documental en el Festival de Cannes, convirtiéndose en la primera película latinoamericana en ingresar este reconocimiento.
Durante su carrera, Margot Benacerraf recibió numerosos premios y reconocimientos tanto en Venezuela como en el extranjero. En 1989, el gobierno de Venezuela le otorgó el Premio Nacional de Artes Audiovisuales en reconocimiento a su órbita y en 1999 fue galardonada con el Premio Nacional de Cine. Además, en 2006 fue nombrada como Miembro Honorario de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Venezuela.
Para muchos, Margot Benacerraf no solo fue una cineasta talentosa, sino también una figura inspiradora y una pionera en el cine femenino en Venezuela. Fue una dama valiente que rompió barreras en una industria dominada por hombres y abrió el camino para otras cineastas venezolanas.
La noticia de su partida ha sido recibida con gran abatimiento por parte de sus colegas y amigos del mundo del cine. El reconocido cineasta venezolano, Diego Rísquez, expresó en sus redes sociales: “Se nos fue Margot Benacerraf, artista y creadora de la película ‘Araya’. Maestra y amiga, en mi corazón vive su recuerdo. Su trabajo dejó huella en el cine venezolano”. Otros cineastas venezolanos como Román Chalbaud, Mariana Rondón y Gustavo Rondón, también manifestaron su abatimiento por la pérdida de esta gran figura del cine nacional.
Pero no solo sus colegas lamentan su partida, también lo hacen los amantes del cine en Venezuela y en todo el mundo. En redes sociales, muchas personas han expresado su admiración por su obra y su legado en la cinematografía. Sin duda, Margot Benacerraf dejó una huella imborrable en el cine venezolano y su legado seguirá siendo una inspiración para las futuras generaciones de cineastas.
Su partida, a los 90 años de edad, deja un gran vacío en la industria cinematográfica venezolana. Sin embargo, su legado vivirá por siempre y su obra seguirá siendo un referente para el cine nacional. Margot Benacerraf demostró que no hay límites para los sueños y que con esfuerzo y dedicación, se pueden lograr grandes cosas.
En honor a su memoria, diversas instituciones culturales y cinematográficas han programado proyecciones de sus películas para recordar