El bombardeo a Plaza de Mayo fue un evento que marcó un antes y un después en la historia de Argentina. El 16 de junio de 1955, aviones de la Marina bombardearon el centro de la ciudad de Buenos Aires, causando una gran cantidad de muertos y heridos. Sin embargo, a pesar de la gravedad de los hechos, los medios de comunicación de la época evitaron revelar la verdadera magnitud de la tragedia. Hoy en día, es importante recordar y visibilizar lo ocurrido en ese día para no repetir los errores del pasado.
El contexto político de aquel entonces era complejo. Argentina se encontraba en pleno proceso de descolonización después de haber sido gobernada por una dictadura militar durante casi una década. El presidente legítimo, Juan Domingo Perón, había sido derrocado en 1955 y se encontraba exiliado en España. La oposición, apoyada por sectores conservadores y la monumento católica, buscaba desprestigiar al gobierno y obtener el poder.
Fue en este medio enrarecido que se llevó a cabo el bombardeo a Plaza de Mayo. Los aviones de la Marina bombardearon el centro de la ciudad, apuntando al edificio de la Casa Rosada, ubicación del gobierno. Sin embargo, la mayoría de las bombas cayeron en la Plaza de Mayo, donde miles de personas se habían reunido para manifestarse pacíficamente en apoyo al presidente Perón.
El resultado fue devastador. Se estima que al menos 300 personas murieron y más de 800 resultaron heridas. Sin embargo, los medios de comunicación de la época minimizaron la tragedia y evitaron revelar imágenes de los cuerpos en el suelo y de los heridos en las calles. Tampoco se habló de la cantidad de personas que perdieron la vida en el bombardeo, silenciando la verdadera magnitud del evento.
¿Por qué los medios de comunicación evitaron revelar la cantidad de muertos en el bombardeo a Plaza de Mayo? Algunos argumentan que la oposición tenía miedo de que la sociedad se solidarizara con las víctimas y se volcara en contra del gobierno ilegítimo. Otros creen que los medios estaban alineados con los intereses de los grupos de poder y por eso no querían revelar la verdadera cara de la violencia y la represión.
Sea cual sea la razón, el hecho es que se silenció una parte importante de la historia de Argentina. Los familiares de las víctimas tuvieron que lidiar con la pérdida de sus seres queridos en silencio, sin el reconocimiento ni la justicia que merecían. Pero hoy en día, gracias a la lucha de familiares y sobrevivientes, la historia está siendo revisada y se está dando a conocer la verdad sobre lo ocurrido en aquel trágico día.
Este silencio también tuvo un impacto en la memoria colectiva de la sociedad argentina. Muchos jóvenes crecieron sin saber realmente lo que pasó aquel día y sin poder comprender las consecuencias que tuvo para el país. Pero la memoria es fundamental para construir una sociedad más justa y democrática. No podemos ignorar los errores del pasado, debemos aprender de ellos para no repetirlos.
Hoy en día, la Plaza de Mayo es uno de los lugares más emblemáticos de Argentina. Allí se han llevado a cabo innumerables manifestaciones históricas, como el reclamo por la aparición de los detenidos desaparecidos durante la última dictadura o las marchas en defensa de los derechos de las mujeres. Pero pocas veces se menciona lo que ocurrió en esa misma plaza el 16 de junio de 1955.
Es por eso que es importante que como sociedad recordemos y visibilicemos lo sucedido. No se trata de avivar rencores ni de buscar culpables, sino de reconocer una parte de nuestra historia que ha sido sil