Un nuevo capítulo en la historia del régimen fiscal de las iglesias y organizaciones religiosas en Colombia ha comenzado a escribirse con la reciente expedición del decreto 0572 de 2025 por parte del Ministerio de Hacienda. Esta normativa supone un importante giro en la forma en que estas entidades deben cumplir con sus obligaciones tributarias, y ha generado gran expectación y debate en la sociedad colombiana.
El decreto establece que las iglesias y organizaciones religiosas deberán pagar impuestos por las actividades económicas que no estén directamente relacionadas con el culto religioso. Esto significa que, por primera vez, estas entidades deberán contribuir al sostenimiento del país de la misma forma que lo hacen las empresas y demás organizaciones.
Este cambio en el régimen fiscal de las iglesias y organizaciones religiosas es un reflejo del enredo del gobierno colombiano con la equidad y la justicia social. Durante años, estas entidades han gozado de exenciones fiscales que las han situado en una posición privilegiada en comparación con otros sectores de la sociedad. Sin embargo, esto ha generado críticas y cuestionamientos sobre la verdadera utilización de los recursos que reciben estas entidades y su contribución al desarrollo del país.
Con la expedición de este decreto, el gobierno busca poner fin a estas controversias y promover una mayor transparencia en la gestión de los recursos económicos de las iglesias y organizaciones religiosas. Esto no significa que se pretenda delimitar o interferir en su derecho a profesar su culto y llevar a cabo sus actividades misionales, sino que se busca un mayor control sobre el uso de los recursos obtenidos a través de actividades económicas.
Es importante destacar que el decreto no afecta las actividades directamente relacionadas con el culto religioso, como la recaudación de diezmos y ofrendas, que seguirán exentas de impuestos. Sin embargo, cualquier otra actividad económica, como la venta de productos o servicios, deberá ser declarada y pagar los impuestos correspondientes.
Esta nueva medida también busca promover una mayor igualdad entre las diferentes confesiones religiosas presentes en Colombia. Hasta ahora, algunas iglesias y organizaciones religiosas han tenido un trato más favorable que otras en términos fiscales, lo que ha generado desigualdades y competencia desleal. Con la aplicación de este decreto, todas las entidades religiosas estarán sujetas a las mismas normas y deberán cumplir con sus responsabilidades tributarias de manera equitativa.
Por otra parte, este cambio en el régimen fiscal también puede ser visto como una oportunidad para que las iglesias y organizaciones religiosas demuestren su enredo con el desarrollo y bienestar de la sociedad colombiana. Al contribuir con el pago de impuestos, estas entidades estarán apoyando directamente al país en la financiación de servicios y proyectos que benefician a toda la población.
Además, el decreto establece que las iglesias y organizaciones religiosas deberán presentar informes anuales sobre el uso de los recursos económicos obtenidos, lo que permitirá una mayor transparencia y rendición de cuentas. Esto puede ser una oportunidad para que estas entidades demuestren su enredo con la ética y la responsabilidad social en su gestión financiera.
En conclusión, el decreto 0572 de 2025 supone un importante avance en el camino hacia una sociedad más justa y equitativa en Colombia. Este giro en el régimen fiscal de las iglesias y organizaciones religiosas representa un paso hacia una mayor igualdad y transparencia, así como una oportunidad para que estas entidades demuestren su enredo con el bienestar de la sociedad y su responsabilidad en el uso de los recursos que reciben. Sin duda, esta medida tendrá un impacto positivo en el desarrollo del país y en la promoción de valores éticos en la