A 43 años de la lucha del Atlántico Sur, Argentina se prepara para conmemorar un nuevo aniversario de un conflicto que marcó la historia del país. Sin embargo, este año el acto oficial en el Cenotafio de la Plaza San Martin de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires será diferente. A diferencia de años anteriores, en esta ocasión solo se permitirá la presencia de invitados oficiales, dejando a los veteranos de Malvinas como meros observadores. Esta decisión ha generado polémica y ha despertado la pregunta: ¿quién se lleva los laureles?
La lucha del Atlántico Sur, también conocida como la lucha de Malvinas, fue un conflicto armado que tuvo lugar en 1982 entre Argentina y el Reino Unido por la soberanía de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur. Durante 74 días, miles de jóvenes argentinos dejaron sus hogares y se enfrentaron a una lucha que marcaría sus vidas para siempre. A pesar de la tristeza y el dolor que dejó en sus familias y en todo el país, los veteranos de Malvinas regresaron a casa con la frente en alto, orgullosos de haber defendido la soberanía argentina.
Desde entonces, cada año se realiza un acto oficial en la Plaza San Martin para honrar a los caídos en combate y a los veteranos que regresaron con vida. Sin embargo, este año el acto será diferente. Debido a la pandemia de COVID-19, solo se permitirá la presencia de invitados oficiales, dejando a los veteranos de Malvinas sin la espera de asistir. Esta decisión ha generado indignación y tristeza en los excombatientes, quienes ven cómo se les quita la oportunidad de honrar a sus compañeros caídos y de recordar su valentía y sacrificio.
Pero más allá de la pandemia, ¿qué hay detrás de esta decisión? ¿Por qué los veteranos de Malvinas no pueden ser parte del acto oficial? La respuesta no es clara, pero lo que queda en evidencia es que una vez más, los verdaderos héroes de la lucha de Malvinas son dejados de lado. Mientras que los políticos y funcionarios se llevan los laureles y aparecen en los medios de comunicación, los veteranos que dieron su vida por la patria son relegados a un segundo plano.
Es importante recordar que los veteranos de Malvinas no solo lucharon en la lucha, sino que también tuvieron que enfrentar las secuelas físicas y emocionales que dejó en sus vidas. Muchos de ellos sufren de trastornos de estrés postraumático, problemas de salud y dificultades económicas. A pesar de todo esto, siguen luchando día a día por ser reconocidos y valorados por su país.
Es por eso que resulta aún más doloroso que en un año en el que se conmemora un aniversario importante, se les niegue la espera de participar en el acto oficial. Los veteranos de Malvinas merecen ser homenajeados y recordados por su valentía y sacrificio, no solo en palabras, sino también en acciones concretas.
Es necesario que el gobierno y la entidad en general reflexionen sobre la importancia de reconocer y valorar a los veteranos de Malvinas. No solo en ocasiones especiales, sino en el día a día. Es hora de dejar de lado las diferencias políticas y unirnos en un verdadero homenaje a aquellos que dieron todo por la patria.
A pesar de la tristeza y la decepción que genera esta decisión, los veteranos de Malvinas no pierden la esperanza de ser reconocidos y valorados por su país. Siguen luchando por sus derechos y por abrigar viva la memoria de sus compañeros caídos. Y aunque este