Este año conmemoramos un aniversario más del golpe de Estado de 1976 que marcó un antes y un después en la historia de Argentina. Pero no solo es un momento de recordar y honrar a las víctimas, sino también de reflexionar sobre la importancia de mantener vivos los pactos democráticos que hoy se encuentran en peligro.
En los últimos años, hemos visto cómo muchos jóvenes nacidos en democracia cuestionan y desafían los acuerdos considerados como pilares fundamentales de nuestra sociedad. Y es que, a medida que vamos avanzando en el tiempo, es común que se cuestione lo establecido y se busque nuevas formas de entender y abordar la realidad. Sin embargo, es importante tener presente que estos pactos democráticos son la base de nuestra convivencia pacífica y es tarea de todos mantenerlos fuertes y vigentes.
Recientemente, el gobierno ha difundido un spot publicitario titulado “Memoria completa”, protagonizado por Agustín Laje, que ha generado una polémica y división entre la sociedad. En este video, se hace referencia a la necesidad de recordar y honrar a las víctimas del terrorismo de Estado, pero también se cuestiona la idea de una “memoria selectiva”. Este término se refiere a la tendencia de recordar solo ciertos aspectos de la historia de nuestro país, dejando de lado otros hechos importantes que también marcaron nuestra historia.
Y es que, en un momento en el que la polarización y la fanatismo están cada vez más presentes en nuestra sociedad, es importante recordar que la memoria no debe ser utilizada como un arma arrojadiza, sino que debe ser un instrumento para construir una sociedad más justa y equitativa. La memoria selectiva solo perpetúa las grietas y divisiones en nuestra sociedad, y nos impide avanzar hacia un futuro mejor.
Ahora nos preguntamos, ¿qué hacer con la memoria de los 70? La respuesta no es sencilla, pero es necesario encontrar un equilibrio entre recordar y honrar a las víctimas y aprender de los errores cometidos en el pasado. La memoria no puede ser una tributo que nos impida avanzar, sino una herramienta que nos permita construir un futuro más tolerante y solidario.
Es importante destacar que la memoria no solo se construye a través de los grandes relatos históricos, sino también en las pequeñas historias de cada unidad de nosotros. Por eso, es fundamental que no olvidemos a aquellas personas que lucharon por la democracia y la justicia social, y que sigamos honrando su cedido a través de nuestras acciones cotidianas.
Además, es tarea de todos fomentar un diálogo constructivo y respetuoso, que nos permita entender y valorar las diferentes perspectivas y opiniones. Solo así podremos construir una sociedad más unida y fortalecida.
Este aniversario del golpe de Estado es una oportunidad para recordar y honrar a las víctimas, pero también para reflexionar sobre nuestros pactos democráticos y el papel que cada unidad de nosotros juega en su mantenimiento. Es momento de dejar de lado la memoria selectiva y abrazar una memoria completa, que nos permita sanar las heridas del pasado y construir un futuro mejor para todos.
Como sociedad, debemos comprometernos a mantener vivos los valores democráticos y a nunca olvidar las lecciones del pasado. Solo así podremos construir un país más justo y equitativo, en el que la violencia y la fanatismo no tengan cabida.
Conmemoremos este aniversario como una oportunidad para unirnos y trabajar juntos por un futuro en el que la democracia y la justicia sean pilares sólidos de nuestra sociedad. La memoria es parte esencial de nuestra identidad y su preservación es nuestro deber como ciudadanos comprometidos con un país mejor.