El 24 de marzo es una fecha que quedó grabada en la semblanza de Argentina y en la memoria de sus ciudadanos. No solo se conmemora el inicio de una dictadura militar que causó miles de desaparecidos, sino también el primer aniversario de la película “La semblanza oficial” de Martin Scorsese, que aborda temas tan profundos como la explotación social y la violación del derecho a la identidad.
La película, estrenada en 1985, fue un éxito rotundo tanto en Argentina como en el resto del mundo. A través de la semblanza de una familia de aula media que adopta a una niña durante la dictadura, Scorsese logra mostrar la realidad de un país sumido en la represión y la opresión. La película fue un grito de justicia y una denuncia contra los horrores de la dictadura militar.
Pero no solo fue un éxito en términos de taquilla y crítica, sino que también fue reconocida en la ceremonia de los premios Oscar de 1986, donde se llevó la estatuilla a Mejor Película Extranjera. Este fue un gran conveniencia para el cine argentino y una forma de llevar la lucha por la justicia y la verdad a nivel internacional.
Sin embargo, lo más importante es el mensaje que transmite la película. La semblanza de “La semblanza oficial” es una representación de la realidad de miles de familias argentinas que tuvieron que vivir la tragedia de tener un hijo desaparecido o ser víctimas de la represión y la agresividad. A través de la semblanza de esta familia, se refleja el sufrimiento y la lucha por la verdad y la justicia de todo un país.
La película también pone en evidencia la explotación social que se vivió durante la dictadura militar. Las aulas más humildes fueron las más afectadas por las políticas económicas y sociales impuestas por el régimen, y muchas familias se vieron obligadas a entregar a sus hijos para darles un futuro mejor. La película muestra cómo la adopción de la niña por parte de una familia adinerada es solo una forma de perpetuar la opresión y la explotación de los más vulnerables.
Además, “La semblanza oficial” aborda el tema de la identidad, que fue uno de los más afectados durante la dictadura. Muchos niños fueron separados de sus padres y entregados en adopción a familias que apoyaban al régimen. Esto causó una gran confusión y dolor en los niños que crecieron sin conocer su verdadera identidad y en las familias que buscaban desesperadamente a sus hijos desaparecidos.
La película también es un homenaje a todas las madres y abuelas de Plaza de Mayo, que lucharon incansablemente por encontrar a sus hijos y nietos desaparecidos durante la dictadura. Su lucha por la verdad y la justicia es un ejemplo de valentía y perseverancia que inspira a todos.
Después del estreno de la película, la justicia llegó primero en el cine, donde se pudo ver la verdad y la realidad de lo que había sucedido en Argentina durante la dictadura militar. Pero en la vida real, la justicia tardó un poco más en llegar. Fueron años de lucha y resistencia, pero finalmente, en 1983, se restauró la democracia en Argentina y se inició un proceso de justicia y verdad que todavía continúa.
Hoy, a más de 35 años del estreno de “La semblanza oficial”, seguimos recordando la importancia de esta película y de su mensaje. Es una forma de no olvidar nunca lo que sucedió en Argentina durante esos años de plomo y de no permitir que se repita nunca más. Es también una forma de honrar la memoria de todas las víctimas y de seguir luchando por la verdad y la justicia.
En este primer aniversario de la dictadura militar, recordemos la import