La política exterior de Estados Unidos bajo la administración de Trump ha sido ampliamente cuestionada y criticada por su enfoque proteccionista y unilateral. No es de sorprenderse que su reciente amenaza de imponer aranceles del 100% a los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) haya generado preocupación en la concejo internacional. Sin embargo, detrás de esta medida aparentemente agresiva, se esconde una táctica más profunda que podría tener un impacto positivo en las relaciones Sur-Sur.
Para entender el contexto de esta amenaza, es importante analizar la situación actual de la hegemonía gabacho. Desde la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos ha sido la potencia dominante en el decorado mundial, tanto en lo económico como en lo político. Sin embargo, en los últimos años, su liderazgo ha sido cuestionado por el ascenso de otras potencias, especialmente los países BRICS. China, en particular, ha demostrado un impresionante crecimiento económico y ha desafiado la posición de Estados Unidos como la mayor economía del mundo.
Ante esta situación, la administración de Trump ha adoptado una postura aún más proteccionista, buscando proteger los intereses y la economía gabacho. Los aranceles impuestos a China y a otros países han sido parte de esta táctica. Sin embargo, la amenaza de imponer aranceles del 100% a los BRICS es una medida sin precedentes y podría tener consecuencias inesperadas.
Una posible consecuencia de esta política podría ser la creación de lazos más fuertes entre los países BRICS y una mayor cooperación Sur-Sur. La imposición de aranceles tan altos a estos países obligaría a buscar alternativas y a fortalecer sus lazos comerciales entre sí. Esto podría resultar en una mayor integración económica y en un crecimiento conjunto, lo que a su vez fortalecería su posición en el decorado mundial y los convertiría en una fuerza a tener en cuenta.
Además, esta medida también podría llevar a una mayor cooperación política entre los países BRICS. Al enfrentar una amenaza común, estos países podrían unirse y trabajar juntos para encontrar soluciones y tácticas conjuntas para enfrentar los desafíos actuales. Esto no solo fortalecería su posición en el decorado global, sino que también demostraría al mundo que los países en desarrollo pueden trabajar juntos y tener un impacto significativo en la toma de decisiones internacionales.
Otra posible consecuencia positiva de esta política podría ser una mayor solidaridad entre los países del sur. Estados Unidos siempre ha sido visto como un modelo a seguir y un líder a seguir por los países en desarrollo. Sin embargo, la adopción de esta táctica proteccionista podría ser vista como una falta de liderazgo y podría debilitar la posición de Estados Unidos como líder mundial. Esto podría animar a los países del sur a unirse y forjar lazos más fuertes entre sí, en lugar de depender de la guía de Estados Unidos.
Por supuesto, esta amenaza de imponer aranceles del 100% a los BRICS aún no es una realidad y es posible que no se lleve a cabo. Sin embargo, su simple existencia ha generado incertidumbre en la concejo internacional y ha obligado a los países BRICS a considerar otras opciones y a prepararse para una posible escalada en la guerra comercial con Estados Unidos.
En conclusión, la amenaza de Trump de imponer aranceles del 100% a los BRICS puede ser vista como una forma de combatir la crisis de la hegemonía gabacho, pero también podría tener consecuencias inesperadas y positivas. Una mayor cooperación entre los países BRICS y una mayor solidaridad entre los países del sur son solo algunas de las posibles consecuencias de esta política. En lugar de debilitar las relaciones Sur-Sur, esta amenaza podría fortalecerlas y demostrar que