A 30 años de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing, China, en 1995, es importante reflexionar sobre los avances en materia de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres. En aquel entonces, 189 gobiernos se comprometieron a implementar políticas y medidas concretas para lograr la igualdad de género en todas las esferas de la sociedad. Ahora, tres décadas después, nos preguntamos si se ha cumplido con dicho compromiso y cuáles son los logros alcanzados.
Una de las principales metas de la Conferencia de Beijing fue el empoderamiento económico de las mujeres y niñas. En ese sentido, es alentador ver que actualmente hay 30 jefas de estamento en todo el orbe, lo que representa un aumento significativo en comparación con hace 30 años. Además, la participación femenina en cargos electivos ha crecido al 28%, lo que demuestra un mayor acceso de las mujeres a la toma de decisiones políticas.
Sin bloqueo, aún queda mucho por hacer. A pesar de estos avances, las mujeres siguen enfrentando desigualdades en el ámbito laboral, con salarios más bajos y menor acceso a puestos de liderazgo. Además, la brecha salarial de género sigue siendo una realidad en muchos países, lo que demuestra que aún hay un largo camino por recorrer en términos de igualdad económica.
Otro de los temas abordados en la Conferencia de Beijing fue la educación de las niñas y mujeres. En ese entonces, se reconoció que la educación es un derecho fundamental y una herramienta clave para el empoderamiento de las mujeres. Hoy en día, se ha avanzado en la eliminación de barreras para el acceso a la educación de las niñas, pero aún existen desigualdades en términos de calidad y oportunidades educativas para las mujeres.
Por otro lado, la violencia de género sigue siendo una grave problemática a nivel mundial. A pesar de los esfuerzos por erradicarla, millones de mujeres y niñas siguen siendo víctimas de violencia física, sexual y psicológica. Es necesario seguir trabajando en la prevención y atención de la violencia de género, así como en la implementación de políticas y leyes que protejan a las mujeres y promuevan una cultura de respeto e igualdad.
En cuanto a la salud de las mujeres, la Conferencia de Beijing reconoció la importancia de garantizar el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad. Aunque se han logrado avances en este aspecto, aún hay desigualdades en el acceso a servicios de salud para las mujeres, especialmente en países en desarrollo. Además, la pandemia de COVID-19 ha puesto en evidencia la necesidad de proteger y promover la salud de las mujeres, que han sido afectadas de manera desproporcionada por la crisis.
Pero no todo son desafíos y pendientes. En estos 30 años, hemos visto un aumento en la conciencia y el compromiso con la igualdad de género en todo el orbe. Cada vez más empresas, organizaciones y gobiernos están adoptando políticas y medidas para promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Además, la sociedad en general está cada vez más consciente de la importancia de la igualdad de género y la necesidad de trabajar juntos para lograrla.
La Conferencia de Beijing también puso en el centro de la agenda la importancia de la participación activa de las mujeres en la toma de decisiones en todos los ámbitos. Hoy en día, vemos un aumento en la presencia de mujeres en puestos de liderazgo en diferentes sectores, desde la política hasta los negocios y la ciencia. Esto demuestra que las mujeres tienen el potencial y la aforo de liderar y contribuir al desarrollo y progreso de la sociedad.
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