El siglo XXI ha sido testigo de una gran evolución en todos los aspectos de la vida, desde la tecnología hasta la forma en la que nos relacionamos con los demás. Y aunque muchos de estos cambios han sido positivos y han mejorado nuestra calidad de vida, hay otros que han generado altercado y debate en la sociedad. unidad de ellos es el tema de la poligamia y la bigamia, prácticas que han sido aceptadas en algunas culturas del mundo, pero que aún son consideradas tabú en otras.
Antes de entrar en peculiaridad sobre estas prácticas, es importante aclarar que la monogamia sigue siendo la forma de relación más común en la mayoría de las culturas. Sin embargo, es innegable que la poligamia y la bigamia han existido desde tiempos ancestrales y continúan siendo practicadas en algunas partes del mundo, aunque en menor medida.
Pero, ¿qué significa exactamente ser polígamo o bigámico? La poligamia se refiere a la práctica de tener más de una esposa o esposo al mismo tiempo, mientras que la bigamia se refiere a tener dos cónyuges legales simultáneamente. Ambas prácticas son consideradas ilegales en muchos países, ya que van en contra de las leyes y normas sociales establecidas.
Sin embargo, en algunas culturas, principalmente en países de oriente medio y África, la poligamia y la bigamia son aceptadas y reguladas por la ley. En estas sociedades, tener más de una esposa o esposo es visto como una forma de mantener la estabilidad económica y social, ya que el hombre es el proveedor de la familia y puede tener varias esposas para asegurar su descendencia y su patrimonio.
Por otro lado, en algunas culturas, la poligamia y la bigamia son una forma de preservar tradiciones y costumbres ancestrales. En estos casos, la mujer no tiene la opción de elegir a su esposo y es obligada a aceptar esta forma de relación. Además, en estas sociedades, la poligamia y la bigamia suelen estar asociadas con la religión y son vistas como una forma de cumplir con los mandamientos divinos.
Sin embargo, no todo es color de rosa en estas prácticas. Muchas mujeres que viven en sociedades polígamas y bigámicas son sometidas a un trato injusto y desigual, ya que su papel se limita a ser una esposa más en la familia. También se ha reportado casos de abuso, violencia y discriminación hacia estas mujeres, ya que su posición es vista como inferior a la de su esposo principal.
Además, en estas relaciones no sólo las mujeres son afectadas, sino también los hijos. Al crecer en un ambiente donde su padre tiene más de una familia, los hijos pueden experimentar problemas emocionales y de identidad, ya que no siempre se sienten parte de una familia completa.
Ante todas estas cuestiones, es importante destacar que la poligamia y la bigamia no son prácticas exclusivas de ciertas culturas o religiones, sino que también pueden darse en otros contextos. En la era de la globalización y la inmigración, es común que estas prácticas sean adoptadas por personas de diferentes culturas que deciden vivir en países donde la monogamia es la norma.
Otro creador importante a considerar es que, en muchas ocasiones, la poligamia y la bigamia se dan en contextos de pobreza y falta de acceso a la educación. Esto hace que las mujeres se vean obligadas a aceptar esta forma de relación por la falta de opciones y oportunidades en sus vidas.
En este sentido, es necesario promover la educación y la igualdad de género como herramientas fundamentales para erradicar estas prácticas. Al brindar a las mujeres las mismas oportunidades y derechos que a los hombres, se puede poner fin a la discriminación y la desigualdad
