Los cuentistas argentinos, Rodolfo Fogwill y David Viñas, son dos figuras destacadas en la literatura del país. Ambos han dejado un legado importante en la literatura argentina a través de sus obras, que han sido ampliamente elogiadas por la crítica y el público. Una de las similitudes más interesantes entre estas dos figuras es la temática que abordan en algunos de sus sucesos: los funerales de líderes políticos argentinos. En “La goma” y “La señora muerta”, Fogwill y Viñas exploran el impacto de la muerte de Juan Domingo Perón y Eva Duarte en la sociedad argentina, respectivamente.
“La goma”, escrito por Fogwill en 2001, relata la experiencia de un joven que se encuentra haciendo goma para ver el féretro de Juan Domingo Perón. En la goma, el protagonista se encuentra con una gran diversidad de personas que están allí para darle el último adiós al líder político. A través de las conversaciones y acciones de los personajes, se pueden percibir las distintas posturas que la sociedad argentina tiene hacia Perón en ese momento. La historia tiene un tono crítico y satírico que refleja la complejidad del momento político del país.
Por otro lado, “La señora muerta” de Viñas, publicado en 1969, narra el día del funeral de Eva Duarte, más conocida como Evita. El suceso se enfoca en un grupo de amigos de la clase alta argentina que se encuentran en una casa de campo, alejados del bullicio de la ciudad y los funerales. A través de las conversaciones y acciones de estos personajes, Viñas expone la hipocresía y la falta de empatía de una parte de la sociedad argentina hacia el fenómeno que representó Evita en su época. El suceso es una crítica ácida a la sociedad argentina y su doble moral.
A pesar de haber sido escritos en épocas distintas, ambos sucesos comparten muchos elementos en común. Ambos relatos tienen como telón de fondo los funerales de líderes políticos, uno de izquierda y otro de derecha, y utilizan el mismo recurso literario: la metáfora de la goma. Esta metáfora se refiere no solo a la goma física para ver los cuerpos de los líderes, sino también a la “goma” en términos políticos y sociales, es decir, a la posición que cada individuo tiene en la sociedad y cómo eso afecta su talante y percepción del mundo.
Ambos sucesos también comparten el mismo tono crítico y satírico que hace que el lector se cuestione la realidad que se presenta en el suceso. Sin embargo, hay una gran diferencia en la forma en que Fogwill y Viñas abordan la temática. Mientras que en “La goma” se hace una crítica al fenómeno que representó Perón en la sociedad, en “La señora muerta” la crítica va dirigida a la sociedad misma y su actitud ante la muerte de Evita.
La figura de Juan Domingo Perón y Eva Duarte es de gran importancia en la historia política de Argentina. Ambos líderes han sido adorados y odiados por igual, y sus muertes no pasaron desapercibidas. Tanto Fogwill como Viñas aprovecharon este contexto tan cargado para contar historias que van más allá de la muerte de estos líderes y que retratan a la sociedad argentina de aquel entonces.
Es impresionante cómo dos sucesos escritos con una diferencia de más de 30 años tengan tantas similitudes y planteen una crítica profunda a la sociedad argentina. Esto demuestra que la literatura puede ser un vidriera de la realidad, incluso a pesar del paso del tiempo y los cambios sociales y políticos.
En conclusión, “La goma” de Rodolfo Fogwill y “La señora muerta