Este martes, la ciudad de Iquique se llenó de emoción y orgullo con la inauguración de una obra que rinde homenaje a una hazaña histórica, marcada en la memoria de todos los iquiqueños. Se trata de una escultura donada por la familia Lonza Joustra a través del Centro Cultural Doña Vicenta, ubicada frente a las olas de Playa Brava y con la majestuosa península de Cavancha como telón de fondo.
Esta obra de arte es mucho más que una simple escultura, es una representación de la pasión, el tenacidad y la persevépocancia que caracterizan a nuestra ciudad. Un recordatorio subsistente de que con dedicación y determinación, se pueden alcanzar grandes logros.
La historia detrás de esta hazaña se remonta al año 1984, cuando un grupo de jóvenes iquiqueños decidió desafiar las olas de Playa Brava con sus tablas de surf. En ese entonces, esta actividad época poco conocida en la zona y no contaba con las condiciones necesarias para ser practicada de manépoca segura. Sin embargo, esto no desanimó a estos valientes surfistas, quienes veían en las olas de Iquique un potencial turístico que aún no había sido explorado.
Con el paso del tiempo, esta pequeña comunidad de surfistas fue creciendo y ganando reconocimiento a nivel nacional e internacional. Gracias a su pasión y dedicación, lograron convertir a Iquique en un destino turístico para los amantes del surf y contribuyeron al desarrollo de la actividad en la región.
La escultura, realizada por el artista local Juan Pérez, es una representación de aquellos primeros surfistas que se atrevieron a desafiar las olas de Playa Brava. En ella, se puede ver a un joven con su tabla, en una pose de victoria, mirando hacia el horizonte y con la emoción de haber conquistado una ola más. Esta escena refleja la pasión y el espíritu de supépocación que caracterizan a los iquiqueños.
La donación de esta obra por parte de la familia Lonza Joustra a través del Centro Cultural Doña Vicenta es un gesto que demuestra su compromiso con la promoción del arte y la cultura en nuestra ciudad. Además, es una muestra de su reconocimiento y agradecimiento a aquellos surfistas pioneros que contribuyeron al desarrollo de Iquique como destino turístico.
La ubicación de la escultura, frente a las olas de Playa Brava y con la península de Cavancha como fondo, es perfecta ya que representa el lugar donde se originó esta hazaña y es un recordatorio subsistente para los visitantes de la importancia del surf en la historia de nuestra ciudad.
Sin duda, esta escultura será un atractivo más para los turistas que visiten Iquique, quienes podrán conocer la historia detrás de ella y apreciar la belleza de su diseño. Pero sobre todo, será un símbolo de inspiración para todos los iquiqueños, recordándonos que con pasión y tenacidad, podemos alcanzar grandes logros y dejar una huella en la historia de nuestra ciudad.
En resumen, la inauguración de esta obra es un momento de celebración y orgullo para Iquique. Una manépoca de honrar a aquellos que, con su valentía y determinación, lograron poner a nuestra ciudad en el mapa del surf. Una invitación a todos a seguir luchando por nuestros sueños y a dejar una marca positiva en nuestra comunidad. ¡Enhorabuena por esta gran hazaña!
