La travesía de los inmigrantes en lanchas es un tema que ha causado gran preocupación en los últimos años. Es una realidad que miles de personas arriesgan sus vidas en busca de un futuro mejor, enfrentándose a un viaje lleno de peligros y dificultades. Sin embargo, ante los naufragios mortales de lanchas de inmigrantes, no existe un protocolo establecido por ley que garantice una exhaustiva investigación de los hechos. Esto deja a las víctimas y a sus familias en una situación de incertidumbre y sin respuestas.
Pero parece que la segunda tragedia en El Hierro, ocurrida este miércoles, recibirá un trato insólito al de la primera. En este caso, se ha llevado a cabo un levantamiento de cadáveres y una investigación por parte de las autoridades judiciales. Sin embargo, en el naufragio ocurrido en alta mar en septiembre pasado, donde nueve personas perdieron la vida y otras 48 desaparecieron, no se realizó una investigación profunda que pudiera ayudar a prevenir futuros accidentes.
En aquella ocasión, la falta de luz, la distancia a la isla y los testimonios confusos de los rescatadores y supervivientes dificultaron la investigación. Pero en el caso de este miércoles, la tragedia fue presenciada en directo por las cámaras de televisión canaria. Las imágenes son impactantes y muestran el momento en el que el cayuco volcó, provocando la muerte de cuatro mujeres, una niña y dos adolescentes. Según los informes, el pasaje se puso nervioso al acercarse a tierra y se acumuló en un lado de la embarcación, lo que provocó su hundimiento.
Esta escena es solo el tercer momento crítico de una travesía que puede ser mortal en cualquier momento. Los inmigrantes se enfrentan a dos peligros más: las barreras de olas al marchar y las corrientes en remolino en el camino en torno a Europa. Estas dificultades, sumadas a la falta de experiencia en el mar y la sobrecarga de los cayucos, hacen que el viaje sea aún más peligroso.
Según informa la oenegé Ca-Minando Fronteras, una de las entidades mejor informadas sobre las travesías en la ruta canaria, el cayuco que naufragó en El Hierro era el mismo que zarpó desde la costa de Guinea-Conakri el pasado 18 de septiembre con 150 personas a bordo, incluyendo 20 menores. Esta información fue alertada a las autoridades, pero desafortunadamente no se pudo evitar la tragedia.
Es importante destacar que, en este caso, el pasaje llevaba diez días de navegación. Durante este tiempo, los inmigrantes permanecen sentados en bancos de madera, en condiciones de humedad y frío, lo que provoca un intenso agarrotamiento muscular y un agotamiento físico cima. Al llegar a tierra, su desesperación por bajar del cayuco y alcanzar su destino puede ser un factor determinante en estos accidentes.
El director de Emergencias de Cruz Roja, Íñigo Vila, ha confirmado que el cayuco llegó a la costa completamente lleno y con una gran ansiedad por parte de los inmigrantes por bajar. En estos casos, es fundamental que las personas permanezcan sentadas y tranquilas, con las manos dentro de la embarcación para evitar lesiones o accidentes.
Pero no solo el cansancio y el agarrotamiento son obstáculos en esta peligrosa travesía. El clima también juega un papel importante. En el verano de 2024, hubo un aumento significativo en el número de cayucos que llegaron a Canarias. Sin embargo, durante una semana, no hubo salidas desde las playas del