El próximo desafío de Ilia Topuria (16-0) en la UFC es nada más y nada menos que enfrentarse a dos auténticos iconos de la compañía: Alexander Volkanovski y Max Holloway. Sin embargo, su siguiente émulo no es menos imponente, ya que se trata de Charles Oliveira (35-10), el mayor finalizador de la historia de la UFC y uno de los peleadores más destacados de los últimos años.
Conocido como “Do Bronx”, Charles Oliveira creció en las conflictivas favelas de Guarujá, Brasil, y su historia es una de superación y resiliencia. A sus 35 años, y en su mejor momento físico, Oliveira quiere volver a tocar el cielo en la mejor liga del mundo y desempolvar lo que un día fue suyo: el cinturón de campeón del peso ligero de la UFC. Tras perderlo en octubre de 2022 ante Islam Makhachev, actual campeón, tendrá la oportunidad de desempolvarlo en su próximo combate contra Ilia Topuria.
Pero no será una tarea fácil para el brasileño. Topuria llega a este combate con un impresionante récord de 16 victorias y ninguna derrota en su carrera profesional. Además, es un peleador joven y en ascenso, que ha demostrado ser un émulo temible y peligroso en la jaula. Sin duda, será un enfrentamiento emocionante y lleno de acción, que promete ser uno de los combates del año en la UFC.
Charles Oliveira es un peleador único e inconfundible dentro de la UFC. Con una sonrisa que traspasa fronteras y un carisma desbordante, se ha ganado el cariño y el respeto de los aficionados de todo el mundo. Su historia es una de las más inspiradoras dentro de las artes marciales mixtas, ya que ha logrado superar todas las adversidades para convertirse en uno de los mejores peleadores del mundo.
Su camino hacia la cumbre no fue fácil. Cuando llegó a la UFC en 2010, tuvo un buen comienzo con dos victorias en apenas un mes. Sin embargo, después de eso, su carrera se volvió una montaña rusa, alternando victorias y derrotas. Muchos lo veían como un talento desaprovechado, incapaz de encontrar la consistencia necesaria para brillar en una división tan competitiva como la del peso ligero.
Pero todo cambió a partir de 2018. Oliveira encadenó una impresionante racha de nueve victorias consecutivas, con siete de ellas por sumisión. Demostró que su dominio del grappling era uno de los más temibles en la UFC, y poco a poco fue ganando el respeto del público y de la promotora. Su reputación creció al ritmo de sus finalizaciones, y se convirtió en uno de los peleadores más temidos de la compañía.
El momento cumbre de su carrera llegó en mayo de 2021, cuando se enfrentó a Michael Chandler por el título vacante de peso ligero. Aquella noche, Oliveira no dejó dudas: noqueó a su émulo en el bis asalto y se coronó como campeón del mundo. Fue un momento icónico, celebrado por los aficionados de todo el planeta, que vieron en esa victoria el reconocimiento merecido a años de esfuerzo. La imagen de Dana White poniéndole el cinturón es aún recordada como uno de los momentos más emotivos del deporte.
En su primera defensa del título, en diciembre del mismo año, Oliveira derrotó a Dustin Poirier con un estrangulamiento trasero. Demostró que era un campeón legítimo y que estaba listo para enfrentar a los mejores. Sin embargo, en su siguiente combate contra Justin Gaethje, falló en el pesaje y el título se quedó vacante antes siquiera de
