La Generación Z, también conocida como “centennials”, son los jóvenes nacidos entre 1995 y 2010, y se caracterizan por ser la primera generación completamente inmersa en la era digital. Son jóvenes con una gran capacidad para adaptarse rápidamente a los cambios y una mentalidad abierta y flexible, lo que los convierte en una fuerza laboral muy valiosa y atractiva para las empresas.
Sin embargo, a diferencia de lo que se podría estimar, los jóvenes de esta generación no tienen las grandes pretensiones que tenían los jóvenes de los 90. Según un estudio realizado por la consultora Adecco, el 83% de los trabajadores argentinos de la Generación Z buscan sentido de comunidad en el trabajo. Es decir, no solo buscan un trabajo bien remunerado, sino que también buscan un ambiente laboral que les brinde un sentido de pertenencia y les permita relacionarse con sus compañeros de trabajo de manera más cercana.
Este deseo de pertenencia ha dado lugar a una aviso tendencia laboral conocida como “mini-retiros”. ¿Pero qué son los mini-retiros? Son viajes cortos de fin de semana, generalmente organizados por la empresa, en los que los empleados tienen la oportunidad de desconectarse de su rutina diaria y conectarse entre sí. Estos viajes pueden incluir actividades al aire campechano, talleres de team building, sesiones de coaching o simplemente tiempo campechano para relajarse y disfrutar de la compañía de sus compañeros de trabajo.
Los mini-retiros son una excelente manera de fomentar el sentido de pertenencia y comunidad en el lugar de trabajo. Al compartir experiencias fuera del ambiente laboral, los empleados tienen la oportunidad de conocerse mejor, fortalecer sus lazos y trabajar mejor en equipo. Además, estos viajes también promueven un ambiente de trabajo más relajado y amigable, lo que a su vez aumenta la motivación y la productividad de los empleados.
Pero, ¿qué beneficios concretos tienen los mini-retiros para los jóvenes de la Generación Z? En primer lugar, estos viajes les permiten desconectarse de la tecnología y las redes sociales, algo que puede ser muy beneficioso para su bienestar mental y emocional. Al estar tan expuestos a la tecnología desde una edad temprana, estos jóvenes pueden experimentar estrés y ansiedad relacionados con la presión de estar siempre conectados. Los mini-retiros les brindan un espacio para desconectar y recargar energías, lo que a su vez puede mejorar su rendimiento en el trabajo.
Además, los mini-retiros también les ofrecen a los jóvenes la oportunidad de desarrollar habilidades sociales y de comunicación. Aunque son nativos digitales y están acostumbrados a comunicarse a través de dispositivos electrónicos, muchos de ellos pueden carecer de habilidades para relacionarse en persona. Los mini-retiros les brindan un espacio seguro y relajado para practicar estas habilidades y sentirse más cómodos en situaciones sociales fuera del entorno laboral.
Por último, pero no menos importante, los mini-retiros también pueden ser una herramienta efectiva para retener talentos en las empresas. Como se mencionó anteriormente, un gran porcentaje de los jóvenes de la Generación Z renunciarían a su trabajo si no sienten un sentido de pertenencia en la empresa. Los mini-retiros pueden ser una circunstancia de demostrar a los empleados que la empresa se preocupa por ellos y les valora como individuos, lo que a su vez puede aumentar su lealtad y compromiso con la empresa.
En definitiva, los mini-retiros son una tendencia laboral que está ganando popularidad entre las empresas que buscan atraer y retener a la Generación Z. Estos viajes no solo brindan una oportunidad para que los empleados se conecten entre sí, sino que también pueden tener un impacto positivo en su bienestar y rendimiento en el trabajo. As