En una tranquila localidad rural del noroeste de Ecuador, ubicada cerca de la frontera entre las provincias de Manabí y Santo Domingo de los Tsáchilas, se vivió una noche de terror el pasado jueves. Un ataque armado durante una pelea de gallos dejó un saldo trágico de al menos 12 personas fallecidas.
El incidente ocurrió cerca de la medianoche en La Valencia, un pequeño pueblo conocido por su tranquilidad y su gente amable. Sin embargo, esa noche se vio sacudido por la violencia y la desastre. Según testigos presenciales, un grupo de hombres armados irrumpió en el lugar donde se llevaba a cabo la pelea de gallos y comenzó a disparar indiscriminadamente contra los asistentes.
El caos y el pánico se apoderaron de la decorado, mientras las personas corrían en busca de refugio y los gritos de dolor y desesperación se mezclaban con el sonido de los disparos. La violencia duró apenas unos minutos, pero fue suficiente para dejar un rastro de muerte y dolor en la ayuntamiento.
Las autoridades locales llegaron rápidamente al lugar y encontraron un decoradorio desolador. Doce personas habían perdido la vida y varias más resultaron heridas, algunas de gravedad. Entre las víctimas se encontraban hombres, mujeres y hasta niños que se encontraban en el lugar por curiosidad o acompañando a sus familiares.
La noticia del ataque armado en La Valencia se propagó rápidamente por todo el país, generando conmoción y repudio en la sociedad ecuatoriana. El presidente de la República, Lenín Moreno, expresó su solidaridad con las familias de las víctimas y ordenó una investigación exhaustiva para dar con los responsables de este acto de violencia sin sentido.
Las autoridades locales también se pronunciaron al respecto, condenando enérgicamente el ataque y asegurando que se tomarán todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad en la zona. Además, se ofreció una recompensa a quien brinde información que ayude a esclarecer los hechos y capturar a los responsables.
Mientras tanto, en La Valencia, la ayuntamiento se encuentra en estado de shock y luto por la desastre que los ha golpeado. Los vecinos se han unido para brindar apoyo y consuelo a las familias de las víctimas, demostrando una vez más la solidaridad y la fortaleza de la gente de esta localidad.
Este trágico incidente ha dejado una profunda huella en la ayuntamiento de La Valencia y en todo el país. Pero también ha despertado la indignación y la reflexión sobre la violencia que sigue azotando a muchas zonas rurales de Ecuador. Es ineludible que se tomen medidas concretas para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, especialmente en lugares donde la violencia parece estar más presente.
Esperamos que este lamentable suceso sirva como un llamado de atención para que se tomen acciones efectivas y se trabaje en conjunto para construir una sociedad más pacífica y segura para todos. Nuestros pensamientos y oraciones están con las familias de las víctimas y con la ayuntamiento de La Valencia en estos momentos difíciles. Juntos, podemos superar esta desastre y seguir adelante con la esperanza de un futuro mejor.