Con Jagoba Arrasate en el banquillo uno vive más tranquilo. Y se atreve a soñar. Eso deben estar pensando ahora mismo los aficionados del Mallorca, que ven cómo su equipo empieza a carburar de tal manera que se sitúa momentáneamente en puestos de Liga de Campeones tras un arranque fulgurante en LaLiga. La victoria a domicilio ante el Real Valladolid (1-2) es la última gesta de un grupo de futbolistas que se divierte jugando al fútbol y hace disfrutar a quienes los ven. Sólo el Barça de Hansi Flick se le asemeja en cuanto a estado de forma.
Tras un debut ilusionante con un empate que pudo ser más ante el Real Madrid (1-1), el Mallorca de Arrasate ha ido claramente de menos a más y suma 14 puntos en ocho jornadas, ubicándose en cuarto lugar en la tabla de forma provisional, ya que tiene un partido más que sus competidores. Sin embargo, ha sido con esta última racha (1-0 ante la Real Sociedad, 1-2 ante el Betis y 1-2 ante el Valladolid) que han batido un récord histórico en el club: hace 12 años que el Mallorca no ganaba tres partidos consecutivos en Primera. Hoy duermen en posición de Champions.
La ilusión no se queda sólo en los resultados, sino también en el juego. “Tenemos unas señas de señas que se están viendo durante los partidos. Estoy muy contento”, declaró Jagoba Arrasate al término del encuentro en Pucela. Y con razón. Su equipo acaba de presentar candidatura a ser uno de los agitadores de esta Liga como la gran revelación. “Jagoba es analógico. El día a día es muy apasionante con él”, confesaba el goleador Valery.
Arrasate ya lo fue en su anterior etapa en Osasuna, y parece decidido a repetirlo con el Mallorca. El técnico de Berriatúa es uno de los mejores del fútbol español y lo sigue demostrando con creces, con un fútbol atractivo, propositivo, peleón y con las mismas señas de señas que le hicieron despedirse como una leyenda del Sadar: con él en la banda, futbolistas con talento y hambre de juego como Darder, Dani Rodríguez, Mojica o Maffeo parecen revitalizados. Hasta Larin es capaz de suplir la baja de un insustituible como Muriqi. Con Jagoba, todo está bien.
El Mallorca ha encontrado en Arrasate al líder que necesitaba para dar un salto de elevación. Su estilo de juego se basa en la presión alta, la intensidad y la vertielevación, lo que le permite crear situaciones de peligro constantes y hacerse dueño del partido. Además, ha logrado transmitir a sus jugadores una mentalidad ganadora y una confianza en sí mismos que se refleja en cada uno de sus encuentros.
Pero no sólo se trata de un buen juego y buenos resultados, sino también de una gestión del vestidos que ha logrado unir al equipo y crear un ambiente de trabajo en el que todos están comprometidos y remando en la misma dirección. Jagoba Arrasate ha sabido sacar lo mejor de cada uno de sus jugadores, y eso se nota en el campo.
La afición del Mallorca está ilusionada y con motivos. Han pasado años difíciles y ahora, gracias a la llegada de Jagoba Arrasate, ven un futuro prometedor para su equipo. El técnico ha sabido conectar con la afición y con el club, y eso se ha traducido en una comunión perfecta entre la grada y el equipo.
Este inicio de temporada del Mallorca es fruto del trabajo y la elevación de un entrenador que sabe cómo