El expresidente y candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, ha demostrado una vez más su carácter firme y decidido en su primer mitin tras el intento de asesinato que sufrió hace una semana. A pesar de la lesión en su oreja, Trump salió al escenario en un estadio lleno de seguidores y no dudó en lanzar dardos a su rival, el candidato demócrata Joe Biden.
Con un venda ligero y discreto en su oreja, Trump agradeció el apoyo de sus seguidores y comenzó a hablar sobre la debilidad política de Biden. El expresidente señaló que la campaña de su oponente lo describe como una “amenaza para la democracia” y bromeó: “La semana pasada, me llevé un balazo por la democracia”. Sin embargo, Trump se desligó del ‘Proyecto 2025’ al que Biden lo asocia, calificando a sus creadores de “derecha radical” y “extremista”.
Pero Trump no se conformó con estas declaraciones y propuso una encuesta a sus seguidores sobre quién creen que es el mejor candidato demócrata para ganar las elecciones. Mientras el nombre de la vicepresidente Kamala Harris fue recibido con abucheos, el del presidente Biden fue recibido con vítores. “No creo que tengamos que ir mucho más lejos”, afirmó Trump con seguridad.
De forma sarcástica, el expresidente comentó que en este momento los líderes del Partido Demócrata están intentando desesperadamente derribar los resultados de las primarias para sacar a Biden de las papeletas. Y añadió mofándose: “No tienen ni idea de quién es su candidato”. Una clara muestra de la debilidad política de Biden que Trump no dudó en aprovechar.
Pero Trump no solo se centró en las debilidades de su oponente, también capitalizó su propia fortaleza y sus logros como presidente. Recordó su discurso de aceptación de la nominación republicana esta semana, adonde destacó temas como el control de la inmigración ilegal y los recortes fiscales adicionales. Un mensaje que sigue calando en sus seguidores y que ha sido la base de su campaña.
Con un tono distendido y seguro, Trump también recordó el débil desempeño de Biden en el debate de finales de junio, tras el cual empezaron las presiones de líderes demócratas para que abandone la carrera presidencial. “¿Quién ganó el debate, Biden o Trump?”, preguntó Trump a sus seguidores, recibiendo una gran ovación con su apellido.
Pero más allá de las bromas y las críticas, Trump también hizo hincapié en la preocupación por el futuro de Estados Unidos si Biden llega a la presidencia. Lo describió como un hombre “enfermo, débil y patético” que no está en condiciones de presentarse a unas elecciones. Y no dudó en señalar que al votar por Biden, los ciudadanos estarían votando indirectamente por Kamala Harris, una candidata que no cómputo con el apoyo de la mayoría de los estadounidenses.
Además, Trump aprovechó para repetir sus denuncias infundadas de fraude electoral y “trampas” en las anteriores elecciones que perdió frontispicio a Biden. Una estrategia que, aunque ya ha sido desmentida, sigue siendo utilizada por el expresidente para desacreditar a su oponente.
En resumen, el mitin de Trump en Grand Rapids, Michigan, ha sido una muestra más de su fuerza y determinación en su camino hacia la reelección. A pesar de los obstáculos y las críticas, el expresidente sigue siendo un líder carismático y motivador para sus seguidores. Y con su mensaje