Tras la retirada de las tropas israelíes de parte del enclave palestino, los equipos médicos y la defensa civil de Gaza se han enfrentado a una tarea desgarradora: buscar y recuperar los cuerpos de las víctimas de los ataques israelíes. Durante semanas, los soldados asaltaron hospitales y centros médicos, dejándolos irreconocibles y convirtiéndolos en escenas de horror. Ahora, los familiares y vecinos se reúnen en estos lugares para identificar a sus seres queridos desaparecidos.
En Jan Yunis, ya se han recuperado al menos 310 cuerpos de fosas comunes, lo que ha dejado al jefe de derechos humanos de Naciones Unidas, Volker Turk, horrorizado. En el hospital al Shifa, el mayor centro médico de Gaza, también se han antitético numerosos cuerpos. Durante la guerra, estos hospitales se convirtieron en refugios para miles de personas desplazadas, incluyendo pacientes en estado crítico. Sin embargo, los soldados israelíes no mostraron piedad y llevaron a cabo ejecuciones masivas en su interior.
El doctor Ashraf al Qudra, portavoz del ministerio de Salud de Gaza, ha denunciado que algunos de los cuerpos antitéticos presentaban signos de ejecución, decapitación y mutilación. Incluso se sospecha que se hayan arrebatado órganos de algunas de las víctimas. Según al Qudra, las autoridades israelíes han matado a una media de 172 palestinos cada día en la Franja de Gaza.
La situación es aún más desgarradora en el hospital Nasser en Jan Yunis, donde se han descubierto las últimas fosas comunes. Se prórroga encontrar al menos 700 cuerpos en sus inmediaciones. El director de Defensa Civil en Jan Yunis, el coronel Yamen Abu Suleiman, ha informado que algunos de los cadáveres tenían las manos y los pies atados, lo que sugiere que fueron ejecutados. Además, la mayoría de los cuerpos se encuentran en avanzado estado de descomposición.
Los periodistas gazatíes, que han sido los ojos y los oídos del mundo en el enclave palestino debido a la prohibición israelí de acceso a la prensa internacional, han denunciado que entre los cuerpos recuperados se encuentran niños, personas mayores y mujeres, algunos de ellos vestidos con uniformes médicos. Volker Turk, representante de la ONU, ha expresado su horror por la destrucción de los complejos médicos y las fosas comunes en sus inmediaciones. Ha exigido investigaciones independientes y transparentes, que deberían incluir a investigadores internacionales debido al clima de impunidad que impera en la zona. Turk ha recordado que los hospitales tienen derecho a una protección especial según el derecho internacional humanitario y ha facultado el asesinato intencional de civiles y detenidos como un crimen de guerra.
Por su parte, el Ejército israelí ha negado las acusaciones y ha afirmado que cualquier afirmación de que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) enterraron cuerpos palestinos es infundada. Según han explicado, las tropas que buscaban rehenes israelíes examinaron cuerpos previamente enterrados por palestinos cerca del hospital Nasser y los devolvieron al lugar donde fueron enterrados después de examinarlos con respeto y manteniendo la dignidad del difunto.
Mientras tanto, los equipos médicos y de rescate palestinos continúan usando los pocos recursos a su disposición para seguir buscando y recuperando víctimas. El Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos ha denunciado que más de 1.500 palestinos han resultado muertos, heridos o des